El pasado 11 de noviembre visitamos el Fondo Antiguo de la biblioteca de la Universidad de Sevilla. Campechano y afable, Eduardo -así se llamaba el bibliotecario que nos guió en nuestra visita- nos mostró, después de tomar las medidas pertinentes para el no deterioro de los libros, libros a los que pocas gentes tienen acceso.
Uno de ellos, el que más llamo mi atención era del autor Erasmo de Rotterdam, y no por la espectacularidad de su encuadernación ni por la cuidada caligrafía, sino por la historia misma del libro. Se trataba de un libro censurado. Ésto llamó mi curiosidad y cuando llegué a casa me puse a buscar información, e investigando e investigando descubrí que al pobre Erasmo le habían censurado todos sus libros.
En 1559
Sin embargo todavía hoy se sigue censurando. Sin ir más lejos, este mismo mes se ha censurado en Rusia al periodista y escritor Arturo Pérez-Reverte, junto a otros, por hacer "incitar al consumo de estupefacientes".
¿A caso no comprenden que prohibir consigue el efecto contrario al deseado? Si no, que pregunten a los seminaristas…
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